RESPONSABILIDAD Ardoi 36- Noain 16

Hay partidos que te marcan como entrenador, o que marcan, por lo menos, la relación que tiene un entrenador con su equipo o con jugadoras de su equipo. Esto mismo pasó el sábado en el partido contra Ardoi. El partido en si no tuvo mucha historia. Un equipo deshecho por la gripe, con pocos efectivos, sin entrenar en dos semanas, con un entrenamiento en el medio para olvidar, se enfrentaba a un equipo motivado que buscaba la venganza deportiva de dos remontadas épicas.

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Desde el principio se fueron en el marcador, y solo una reacción en el segundo cuarto nos permitio ponernos a 4. Ellas pensaban otra vez en que podían perder el partido, pero en el banquillo de Noain se sabía que esta vez la mision era imposible.

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Con solo 7 jugadoras, Laura se encontraba enferma con el estómago, Nair había pasado la noche con fiebre, e Iruña Estaba medicada por la gripe. Solo 4 jugadoras estaban en plenitud, lo que da una idea de como estaba el equipo. Mientras, alguna jugadoras del equipo que se comprometió en octubre se quedaba en la cama, enferma o no, pero sin dar señales de vida.

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Al final , nos pasaron con autoridad por encima. Pero lo malo no es eso. Lo malo no es perder, porque el basket es victoria y derrota, sonrisas y lagrimas. Lo peor es comprobar que el equipo se te va entre los dedos como arena, que mientras ves jugadoras implicadas en el equipo hasta el punto de jugar con fiebre, ves a otras que se quedan en la cama sin dar explicaciones.

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Por suerte, queda poco para que acabe es miniinfierno, porque para un entrenador, malos entrenamientos, enfrentamientos y partidos sin emocion son sinonimos de infiernos. Y espero que el año que viene tengamos en el equipo solo a aquellas jugadoras implicadas en el equipo. Rezo de verdad que tengamos la oportunidad de poder elegir jugadoras cada semana, porque va a a ser el mejor revulsivo para algunas: quedarse sin jugar durante algún tiempo, no hay otra solución ante la falta de cabeza o responsabilidad. Para colmo, la semana que viene tenemos un partido con el cuchillo entre los dientes, y el equipo sigue sin ser un equipo. Es la oportunidad para ver si hemos cambiado, si la responsabilidad guia nuestros pasos, o somos carne de cañón para que el año que viene el equipo desaparezca.

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Jose.