Balance temporada 2007/2008 - Infantil-
HUBO UNA EPOCA EN LA QUE FUIMOS “LAS INFANTAS DE NOAIN BASKET”
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Ceci, Yai, Pitu, Alba, Mai, Diana, Elena, Sandu, Belaia, Amaia Lanz, Laura, Uxu, Nati y Eva formaron un simpático grupo de chicas que durante la temporada 2007/2008 fueron conocidas como las INFANTAS de NOAIN BASKET.
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Durante este curso baloncestístico, según decía Jul (uno de sus entrenadores) sufrieron una metamorfosis llamada “madurez”. Aquel “tronado” personaje afirmaba que aquellas “Infantas”, aprendieron el significado de la palabra “equipo” también conocieron la satisfacción que les creaba confiar y sentir confianza, animar y sentirse animadas, ayudar y sentirse ayudadas, querer y sentirse queridas. Él destacaba que el secreto del gran ambiente de compañerismo que fluía por este grupo, sin duda fue la capacidad que desarrollaron aquellas personas por sacar hasta la última gota de jugo, a todas las facetas humanas anteriormente nombradas, pero que además de todo esto, aquellas muchachas jugaron, aprendieron y disfrutaron del Basket.
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En muchos momentos tuvieron que crecerse ante la adversidad, puesto que disputaron sus encuentros contra los mejores equipos del lugar de aquella época. Jul comentaba que este hecho fue clave para la unión experimentada y para el crecimiento del nivel baloncestístico que sufrió aquel grupo de Infantas.
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También contaba que durante aquellos días supieron entregarle a cada momento la actitud que requería, supieron concentrarse y superarse en momentos difíciles, supieron aguantar el temporal cuando algún adversario les superaba con facilidad, supieron reponerse de las derrotas y disfrutar de las victorias, supieron tolerar el fallo de la compañera regalándole un “vamos!!!” en vez de un “pero que haces!!!”
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Aquellas chicas, en una de sus cruzadas viajaron a tierras ibicencas a librar las batallas más trascendentes para llevar a buen puerto la mencionada “metamorfosis de la madurez”
Fue en aquel lugar, donde más se unieron, más se conocieron, y probablemente donde más aprendieron. Aprendieron a convivir, a respetar y a luchar con todas sus fuerzas por conseguir objetivos comunes. El mejor ejemplo de esto último, (comentaba aquel tipo tan chiflado) fue la famosa batalla baloncestística que libraron contra Trasmapi Ses Salines.
Jul decía haber padecido en su piel sentimientos tan inexplicables como inolvidables, y esto se debía a como él veía una a una a todas sus gladiadoras despertar en su interior sentimientos nunca antes percibidos, sentimientos que les hicieron reír, llorar y sentirse vivas, y lo más bonito y grande para Jul, fue, que el único culpable de todo esto fuese ese deporte tan genial que llamaban Basket.
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Solía comentar que un ingrediente esencial en la formación de este grupo fue, el aliento, la comprensión, el apoyo y el cariño que recibieron de todos los padres y madres, aquellas chicas y sus entrenadores se sentían muy afortunados de tenerles cerca y siempre dispuestos a hacer cualquier cosa que se les pidiera.
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Aquí termina la historia de esas chicas que un día fueron las Infantas de Noain Basket y que hicieron que aquel entrenador, se sintiera entrenador, se sintiera persona y sobre todo, se sintiera muy querido.
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Jul.
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Ceci, Yai, Pitu, Alba, Mai, Diana, Elena, Sandu, Belaia, Amaia Lanz, Laura, Uxu, Nati y Eva formaron un simpático grupo de chicas que durante la temporada 2007/2008 fueron conocidas como las INFANTAS de NOAIN BASKET.
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Durante este curso baloncestístico, según decía Jul (uno de sus entrenadores) sufrieron una metamorfosis llamada “madurez”. Aquel “tronado” personaje afirmaba que aquellas “Infantas”, aprendieron el significado de la palabra “equipo” también conocieron la satisfacción que les creaba confiar y sentir confianza, animar y sentirse animadas, ayudar y sentirse ayudadas, querer y sentirse queridas. Él destacaba que el secreto del gran ambiente de compañerismo que fluía por este grupo, sin duda fue la capacidad que desarrollaron aquellas personas por sacar hasta la última gota de jugo, a todas las facetas humanas anteriormente nombradas, pero que además de todo esto, aquellas muchachas jugaron, aprendieron y disfrutaron del Basket.
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En muchos momentos tuvieron que crecerse ante la adversidad, puesto que disputaron sus encuentros contra los mejores equipos del lugar de aquella época. Jul comentaba que este hecho fue clave para la unión experimentada y para el crecimiento del nivel baloncestístico que sufrió aquel grupo de Infantas.
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También contaba que durante aquellos días supieron entregarle a cada momento la actitud que requería, supieron concentrarse y superarse en momentos difíciles, supieron aguantar el temporal cuando algún adversario les superaba con facilidad, supieron reponerse de las derrotas y disfrutar de las victorias, supieron tolerar el fallo de la compañera regalándole un “vamos!!!” en vez de un “pero que haces!!!”
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Aquellas chicas, en una de sus cruzadas viajaron a tierras ibicencas a librar las batallas más trascendentes para llevar a buen puerto la mencionada “metamorfosis de la madurez”
Fue en aquel lugar, donde más se unieron, más se conocieron, y probablemente donde más aprendieron. Aprendieron a convivir, a respetar y a luchar con todas sus fuerzas por conseguir objetivos comunes. El mejor ejemplo de esto último, (comentaba aquel tipo tan chiflado) fue la famosa batalla baloncestística que libraron contra Trasmapi Ses Salines.
Jul decía haber padecido en su piel sentimientos tan inexplicables como inolvidables, y esto se debía a como él veía una a una a todas sus gladiadoras despertar en su interior sentimientos nunca antes percibidos, sentimientos que les hicieron reír, llorar y sentirse vivas, y lo más bonito y grande para Jul, fue, que el único culpable de todo esto fuese ese deporte tan genial que llamaban Basket.
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Solía comentar que un ingrediente esencial en la formación de este grupo fue, el aliento, la comprensión, el apoyo y el cariño que recibieron de todos los padres y madres, aquellas chicas y sus entrenadores se sentían muy afortunados de tenerles cerca y siempre dispuestos a hacer cualquier cosa que se les pidiera.
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Aquí termina la historia de esas chicas que un día fueron las Infantas de Noain Basket y que hicieron que aquel entrenador, se sintiera entrenador, se sintiera persona y sobre todo, se sintiera muy querido.
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Jul.
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